Ruta Nakahechi (1ª día)

Vayamos por partes para aclarar un poco este proyecto. Resumiendo mucho se trata de planificar al estilo “Muy Lejano” una de las rutas posibles para hacer el peregrinaje Kumano Kodo.

Kumano, una remota región montañosa situada al sur de Kioto, ocupa la mitad inferior de la península Kii. Es un lugar sagrado desde tiempos prehistóricos, origen de la espiritualidad japonesa.

La fe de Kumano tiene sus raíces en la adoración de su impresionante entorno natural,  con gigantescos árboles y hermosas cascadas en las que se cree que habitan espíritus. Estas montañas se consideran la morada mística de los dioses.

En los textos más antiguos de la historia japonesa, Kumano aparece como la Tierra mítica de los Yomi, los muertos. Se creía que los espíritus ancestrales ascendían por las impenetrables montañas que se extienden hasta el mar, al sur.

Cuando el budismo llegó a Kumano en el siglo VI se fusionó armónicamente con el sintoísmo, la religión indígena de Japón, creando formas únicas de sincretismo. Surgió la creencia de que las deidades locales son manifestaciones de entidades budistas, lo que transformó Kumano en una matriz espiritual rica y compleja, un paraíso terrenal de la purificación, la sanación y la salvación.

Los principales lugares de culto se consolidaron, como el Kumano Sanzan, un conjunto formado por tres grandes Santuarios: Kumano Hongu, Kumano Hayatama y Kumano Nachi. Se desarrolló una red de rutas, el Kumano Kodo, para que circulasen los peregrinos en su arduo viaje. Devotos de todos los estratos sociales –antepasados imperiales, guerreros samuráis o gente del pueblo llano– han recorrido estos caminos, buscando contacto con las fuerzas de este lugar sagrado universal.

Debido al gran efecto que ha ejercido sobre la cultura espiritual de Japón, el Camino de Kumano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas antiguas rutas, que cruzan picos y poblaciones tradicionales de la montaña, siguen siendo redescubiertas y reinterpretadas por los visitantes actuales.

De esta forma durante más de 1.000 años, gente de todos los niveles sociales, incluyendo emperadores retirados y aristócratas, han hecho la ardua peregrinación a Kumano. Estos peregrinos utilizaban una red de rutas hoy conocida como Kumano Kodo, que se extendía sobre toda la montañosa península de Kii.


La caminata en sí era parte integral del proceso de peregrinaje porque incluía estrictos ritos religiosos de adoración y purificación. Caminar por el antiguo Kumano Kodo es una forma única de experimentar el singular paisaje cultural del territorio espiritual de Kumano.

Tras esta introducción (perdón por enrollarme) voy a centrarme en la ruta que me interesa y que da nombre a esta entrada, la Nakahechi:

Veamos por encima este ambicioso proyecto que podríais incorporar a vuestro viaje. Para ello debéis de disponer de 5 días, por lo cual a menos que seáis muy aficionados al senderismo, no es para un primer viaje a Japón.

Ya os informo que la ruta Nakahechi, también conocida como ruta imperial, del Kumano Kodo es la más frecuentada y antigua. Está más preparada, ya que hasta pueden encontrarse máquinas dispensadoras con café caliente, hay cobertura de móviles e incluso servicios y puestos anunciadores para emergencias. A mitad de ruta, Oyunohara es el enclave donde se halla la puerta o torii (la señal de los emplazamientos sintoístas) más grande de Japón (33 metros de altura), y se emplaza donde estaba el antiguo templo de Hongu Taisha, barrido en 1899 por una crecida del río Kumano. El templo se reconstruyó poco después, idéntico, en un lugar más elevado, a 500 metros del anterior.

Pero mejor dejo los detalles para el día a día…

Día 1 – Osaka > Kiitanabe > Takahara:

Para iniciar esta ruta debemos trasladarnos  a la península de Kii, por su localización llegaríamos allá desde nuestra base en Osaka (o Kyoto). Para lo cual realizaríamos el siguiente trayecto en tren:

Como veis en la imagen superior el trayecto desde Shin-Osaka (estación cercana a donde suelo hacer base en Kansai) tarda unas dos horas y cuarto con un coste total de 3020Y (si no tenéis JRPass claro). De esta forma llegamos a la estación de kiitanabe a las 11:15.

Aquí puede surgiros un primer problema dependiendo de en las condiciones que viajéis, las maletas. Obviamente no vais a hacer senderismo cargando con las maletas. Una opción podría ser usar las consignas de la estación:

Tamaño Altura Ancho Prof. Precio
Pequeño 32 cm 33 cm 57 cm 15 300 yenes / día
Mediano 55 cm 33 cm 57 cm 4 400 yenes / día
Grande 113 cm 33 cm 57 cm 1 600 yenes / día

Pero tienen la pega de que tienen un límite de 3 días de uso, lo cual no nos conviene si hacéis esta ruta siguiendo mi planificación “relajada”. La opción ideal es ponerse en contacto con vuestro hotel en Osaka o Kyoto y preguntar si pueden guardaros las maletas durante 5 días y viajar con una mochila con las mudas justas y necesarias. Por lo general no suelen poner problemas, pero siempre hay que preguntar por adelantado.

Una vez en la estación de kiitanabe debemos comprar un bento para almorzar durante la ruta, ya que no encontraremos sitios para ello. Ahora tenemos que coger un autobus que nos deje en el punto de partida de la ruta de peregrinaje, TAKIJIRI.  No os preocupéis ya que la parada de autobús está al lado de la estación.

Como veis en el plano superior tenemos que ir a la izquierda nada más salir de la estación JR y esperar en la parada número 2. Este bus realmente hace prácticamente toda la ruta, terminando en Kumano Hongu Taisha, pero nosotros nos bajaremos en la primera parada que hace 38 minutos más tarde.

En este enlace os dejo un archivo .pdf con los horarios de salida y llegada a Takijiri.

Takijiri-oji es el punto de partida, es “donde comienza el pasaje al precinto de las montañas sagradas” o “la entrada a la tierra de los dioses y los paraísos celestiales del renacimiento de Buda”. Justo atrás de la parada de bus donde nos bajamos se ve el centro de información para turistas llamado Kumano Kodo Kan Pilgrimage Center.

Este sitio está abierto de 9 a 17:00 y esta diseñado como una introducción a las rutas sagradas protegidas como herencia de la UNESCO. Además tienen cafetería, agua y tienda de souvenirs con accesorios para tu camino.

Aquí nos pararemos, puesto que te regalan un folleto para coleccionar los sellos de tinta del trayecto y varas de bambú para ayudarte en la caminata. Caminata que empezaremos tras salir de este centro de información, pero antes un par de aclaraciones. Por un lado la peregrinación comienza al otro lado de ese puente rojo, atravesando una pequeña carretera y está marcada por un tori blanco.

Por otro lado este planning de ruta, aunque en algún día intente ofrecer alternativas, va a ser lo más relajado posible. Por ejemplo, en este primer día muchos peregrinos se desplazan 18 kilómetros hasta Osakamoto-oji; para mi este va a ser un primer día de toma de contacto así que recorreremos 4 kilometros hasta el punto de descanso de Takahara. Eso si, son 4 kilometros con cierta pendiente,  en pleno verano caluroso y con humedades que rozarán los 100º, así que prefiero ir a disfrutar, no a sufrir. Bueno, aquí abajo os comparto un resumen del tramo del día de hoy, clickear para verlo en grande:

En la imagen de arriba podéis ver que cada 500 metros nos cruzaremos con una señal que nos indica que vamos por el camino correcto.

Cosa importante ya que andaremos cuesta arriba por una montaña atravesando senderos…

Al poco de salir de Takijiri-Oji para comenzar nuestro peregrinaje, tras unos 15 minutos, nos encontraremos con un pequeño desvío bien señalizado para poder visitar las rocas de Tainai Kuguri que forman una cueva-tunel.

La traducción literal de Tanaki Kuguri es “pasar a través del útero” y según la tradición si una embarazada es capaz de atravesar el túnel los dioses le concederán un parto rápido y fácil. Cerca de Taina Kuguri puedes encontrar otra roca con personalidad, la Chichi-Iwa “roca de leche”, que tiene su propia historia local.

La leyenda nos cuenta que Fujiwara Hidehira, miembro del poderoso clan Fujiwara, y su esposa estaban haciendo el peregrinaje a Kumano. De repente su esposa se puso de parto y dio a luz bajo esta roca, para los padres fue algo inesperado ya que ahora, con  su carga les resultaría imposible terminar la peregrinación y eso era impensable. Pero esa misma noche un avatar de Kumano se les apareció en sueños y les pidió que dejaran el bebe bajo esa misma roca. Así hicieron y tras continuar su camino una manada de lobos del bosque sagrado encontró al bebe y lo amamantó dejando deslizar gotas de leche por la roca. Los padres al regresar de la peregrinación y encontrar al bebe sano y salvo lo recogieron para ir hacia su hogar.

Y también muy cerca de estas rocas, siguiendo la ruta del mapa que compartí,  encontramos una lápida que marca los restos de Nezu-oji.

¿Qué es un OJI? Os preguntaréis, pues son pequeñas capillas subsidiarias de los grandes templos de Kumano y que se alinean siguiendo las rutas del Kumano Kodo para proteger a los peregrinos. Estas pequeñas 99 capillas sirven como puntos de oración y descanso. Se dice que las construyeron los ascetas de las montañas Yamabushi que históricamente servían de guías para los peregrinos.

Nezu-Oji, donde nos paramos, no aparece en ninguno de los registros antiguos y ni siquiera está incluida en la lista de 99 ojis que forman las diferentes rutas del Kumano Kodo, sin embargo una pequeña capilla llamada Nezu-Oji se menciona en el Kinan-Godoki.

Tras Nezu-Oji veremos el primer mojón que marcará los primeros 500 metros de recorrido. Seguiremos andando, pasaremos el segundo mojón que marcará nuestro primer kilómetro cuesta arriba y pasaremos al lado del Tsurugi Kyoozuka (sutra mound en el mapa). Estos Kyoozuka son puntos arquológicos donde está enterrado un sutra. En el periodo Nara, la constante copia de sutras era parte fundamental del budismo, y a veces alguna de estas copias se enterraban en sitios sagrados como ofrenda o acto bondadoso.

Continuaremos subiendo y llegaremos al mojón número 3, lo “bueno” de esta zona es que son los últimos metros cuesta arriba. En esta sección es muy común ver monos en los árboles, así que estar atentos para fotos curiosas.

Y al fin llegaremos al punto marcado en el mapa como punto de observación. Tras tanto sendero rodeado de árboles agradeceremos estas bonitas vistas montañosas mientras descansamos.

Teniendo en cuenta los necesarios descansos en la subida es complicado saber que hora será, pero con total seguridad que ya pasaron las 13:00, por lo que puede que este sea un gran sitio donde sentarse a comerse el bento que compramos en la estación de kiitanabe esta mañana.

Una buena noticia, a partir del punto de observación se acabaron las cuestas… por hoy al menos. Cuándo terminemos de comer habrá que ponerse en marcha. Pasaremos el mojón 4, avanzaremos otro kilometro y justo antes de llegar al mojón 5 nos cruzaremos con los restos de Do-No-Niwa y justo tras ese mojón la pequeña capilla Hari Jizo.

Cuentan los lugareños que si sufres de dolor de muelas los Jizos de este capilla te lo curarán tras presentarles tus respetos.

Aún queda un kilometro para llegar hasta Takahara, pero es posible que empecéis a comprender el por qué de su sobre nombre “Kiri no sato” o aldea de la niebla.

Pasaremos el 6º mojón y tendremos por delante los últimos 500 metros. Ya estamos llegando a Takahara y nuestro objetivo como peregrinos es visitar el templo de Takahara. Data de 1403 y está rodeada de árboles de alcanfor de más de 1000 años de antiguedad.

Takahara-jinja es uno de los edificios más antiguos a lo largo de este tramo de la ruta de peregrinación del Kumano Kodo. La deidad Kumano fue transferida aquí en 1403.

El pabellón es de estilo Kasuga y las coloridas pinturas son del periodo Muromachi (1333-1576). Los estilos de Santuarios son fácilmente reconocibles por sus líneas del techo. El estilo Kasuga tiene un techo que se añade al extremo de las aguas para cubrir la escalera que conduce a la puerta del santuario y fue utilizado por primera vez hace más de 1300 años. Es el segundo estilo más popular después de que el estilo Nagare.

El techo está cubierto con Hinoki o corteza de ciprés japonés. Los adornos de bronce en la parte superior del techo son rasgos característicos de la arquitectura de santuarios. Son ya un símbolo de la naturaleza sagrada de la estructura, pero originalmente se derivaron de las técnicas de construcción funcionales y los marcadores de estatus. Los travesaños en forma de X que atraviesan el cielo se llaman Chigi y las vigas que están en posición horizontal y perpendicular a lo largo de la línea de cresta se llaman Katsuogi. Añaden un toque de luz dramático a la línea del techo.

En la era Edo (1603 ~ 1868) la ruta de peregrinación, que seguía el río Tonda-gawa fue redirigida para cruzar por el paso Shiomi-toge. Posteriormente, Takahara convirtió en un pueblo de correos, base de una estación de relevo y hostales “Hatago” en servicio para peregrinos de Kumano y aquellos en la peregrinación a los Treinta y tres Kannon de las provincias occidentales. Minamoto-no-Michikata, un noble que acompañó al retirado emperador Gotoba en su peregrinaje a Kumano, compuso el siguiente poema waka :

La luna en Takahara
Alzándose sobre la cima de la montaña
Brilla sobre un pino de mil-años de edad

Con suerte llegaremos a Takahara pasadas las 3 de la tarde y es aquí donde termina la ruta de hoy.  Para lo que dirigiremos nuestros pasos al “Organic Hotel Kiri No Sato” donde descansaremos en su onsen para prepararnos para el siguiente día.

Aprovecho para compartir este mapa de Takahara donde se aprecia la posición del hotel. La estancia no es barata, pero por unos 90-100€ tendremos habitación cena y desayuno. Podemos hacer la reserva desde este mismo enlace. Estoy seguro que disfrutaremos del relax de la zona y de unas vistas desde las habitaciones impresionantes:

Pero sobre todo de su onsen (ya me imagino allí metido en bolas)…

Espero que os haya gustado este primer día de peregrinación que hemos recopilado. ¡Estad atentos por aquí al segundo día!

 

 

Foto del avatar

Por Rafa Orozco

Profesor de vocación, católico de convicción, gamer por afición y japanófilo de corazón. Japón y los videojuegos ocupan el poco tiempo libre que mi familia y mis alumnos me dejan.

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